"Quantum potes, tantum aude"


Me gustaría llevar una camiseta que llevara escrito ese latinajo. Significa, en latín, "cuanto puedas, tanto atrévete" o, dicho literariamente: "atrévete cuanto puedas". 

Es un lema repleto de espíritu joven. "Cómete el mundo", parece sugerir. 
El de Kant, que fue en el S. XVIII el leitmotiv de la Ilustración, se le parece: 
"sapere aude!". 
Pero, opino, es menos amplio. Hay más cosas, y más importantes, que el saber. Y sin embargo, Kant llevaba razón: "ten la valentía de saber". 
También Shakespeare lo dice a su manera en Hamlet
"¿Quieres vanagloriarte de una hazaña? Pues que te baste con ser un hombre". 
Esa me gusta más que la del filósofo alemán. 
Pese a todo, me quedo con la primera: "atrévete cuanto puedas". Es más radical. 
Y, sí, ahora toca la sorpresa... para algunos. El lema en cuestión, que quedaría de maravilla grafitteado en un muro, está entresacada de un poema -un himno, y eucarístico, para ser exactos- de Santo Tomás de Aquino: el "Lauda Sion". El santo se refiere ni más ni menos que a la alabanza a Dios. Atrévete cuanto puedas a alabarle como merece.


Y eso no es leer entre líneas... sólo. Es, simplemente, leer. Buscar y hallar los tesoros que nos dejaron para nuestro disfrute.
Lo que se pierde el laicismo...
Anda que no.

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