Los peligros de leer

Leo -con peligro, por lo visto- el artículo de Xavier Antich, "Los
peligros de leer". Muy sugerente: algo sucede en nosotros cuando
leemos. Quisiera aportar tres granitos de arena a sus consideraciones.
Tres ideas clásicas. La primera, de Santo Tomás. Por lo visto, no he
sabido encontrar dónde, dijo algo así como "Timeo hominem unius
libri"; esto es, "Temo al hombre de un solo libro".
La segunda idea clásica nos viene de San Agustín, un campeón de la
verdad. Dice Antich que lo escrito queda, y que es más difícil
corregirse. En sus "Retractationes" se retracta, se corrige a sí
mismo, de cosas que había escrito. Lo nunca visto en un filósofo. Muy
interesante: un "donde dije "Diego" no digo "Diego", que digo digo" en
toda regla.
Para acabar, un clásico español: el Quijote, personaje que acabó loco
"de tanto leer". El asunto es, con todo, no que leía mucho, sino que
no dormía. Y se "le secó el cerebro". Hoy ocurre lo mismo, pero con la
play. Con tanto movimiento en la mente, cualquiera duerme. Mejor un
buen libro.

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