Opinión pública y publicada

A uno le introducen en "el mundo de los mayores" de modos muchas veces sutiles. Son frases que llegan a nuestros oídos, frecuentemente mientras quien las esculpe en el aire nos toma del brazo mirando al infinito. No recuerdo el momento en que oí por primera vez una de esos conceptos cuya adquisición te introduce el ese mucho adulto: "no es lo mismo la opinión pública y la publicada".
Digo todo esto por algo que he leído hace escasos minutos: las palabras del Cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán, al finalizar el VII Encuentro Mundial de las Familias realizado en la capital lombarda. Se nota en ellas cierto desahogo, tal vez un poco imprudente, que quizás mete en el mismo saco a demasiados medios. Pero es una gran verdad, con esa salvedad: "Ustedes deben resignarse a un hecho: el pueblo de Dios ama al Papa y la opinión del público no coincide con la opinión mediática", dijo el cardenal Angelo Scola dirigiéndose a la prensa allí presente. "Hay una gran distancia -continuó-, entre lo que ustedes informaron y lo que sintieron las personas. El público ama al Papa, la gente lo ama por la potencia iluminante de su humildad, que se une a una inteligencia de la fe y del hombre realmente superior. Es un hecho que todos reconocen. El Papa es amado por eso y lo hemos visto".En tiempos en que cualquiera dice lo que le sale de la narices, está bien que alguien diga eso así de vez en cuando. El protocolo vaticano está para saltárselo en ocasiones contadas.

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