intra, interior, intimus...

No es lo mismo esconder que no enseñar. Y no todo esconder es mantener en secreto.
Por eso mi ropa interior no es secreta, sino interior (el comparativo de intra, en latín), o íntima (el superlativo de intra, en latín). La preservo de la mirada ajena porque mi intimidad es para quien yo quiero.
Por eso mi DNI y mi número de cuenta corriente con sus contraseñas son secretos, y no íntimos.
Por eso cuesta, en general, dibujar o escribir poesía delante de otros, porque son partes de la propia intimidad, que uno muestra a quien quiere.
Por eso hay que ser discreto, más que secreto, en internet, y mantener la propia intimidad y la de los demás, fuera del alcance de los curiosos. La intimidad hay que preservarla, de igual modo que un diamante valioso está a la vista de la gente... con mucha protección.
Y ahora, que cada uno pedalee por su cuenta...

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