Para toda la vida (post largo...)

Mensaje de un amigo (con nombres inventados, claro): 
"El sábado Bermúdez, Joncho y Regañado vamos a ver a este genio en Barcelona. Te dejo un gran tema suyo. He pensado en la letra de esta canción. Aparte de un temazo musical, creo que es una gran explicación del amor verdadero y duradero". Y me envía una canción de Fito y los Fitipaldis, "Para toda la vida".

Ya antes de meterme a la letra, se me ocurre que my dear friend tiene mucha razón al decir, junto, "amor verdadero y duradero". Esas tres palabras van juntas siempre. O se desvirtúan (pierden su fuerza, que eso signfiica "desvirtuar" etimológicamente). El amor es más fuerte que la muerte, dice el Cantar de los Cantares, libro de la Biblia. (Ya se ve que para hablar del amor hay que cantar). El amor de dos días no es amor. El amor falso no es amor. Así de fácil. Y de difícil.

Vayamos ahora con Fito y sus amigos.

Siempre me ha gustado, para empezar, que el tipo escribe unas letras de corte clásico. No es cuestión de hacer un comentario literario, pero el chico escribe en romance: versos de 8, que riman en asonante los pares. Es la estrofa más resultona y sencilla, lo cual no le quita mérito, sino que lo presupone. El pobre Bieber se queda en baby, baby... Y, otros, españoles, en oé, oé, oé... o sha, la lá y demás dificultosas rimas.

Remarcaría varias cosas de este poema cantado.

Una, la necesidad de querer. Y de cantar mi querer. Y mis desamores. Toda la cancion muestra esto a la perfección.

Dos, "no te dije mentira". La lucha por no decir mentira en una relación. La mentira -la deslealtad, la infidelidad- es la más habitual causa de desbarajuste en una relación interpersonal. Los hombres somos así: no nos gusta que nos mientan. "He encontrado a mucha gente que quiera engañar, pero a nadie que quiera ser engañado", decía el bueno de San Agustín.

Tres, la voluntad (que todos los enamorados tienen, sean del color y siglo que sean) de que su amor sea para toda la vida. La broma fácil es obvia: "te quiero, pero el jueves me voy con otra". Ahí falta un verbo: "te quiero USAR, pero (Y) el jueves..."

Cuatro, la necesidad del estar en mis brazos: el amor platónico o facebookiano es patético. Menos chats y más verse. Ciertamente, hay una línea entre mis brazo y demás partes del cuerpo. Te doy mi cuerpo (todo) cuando te lo he dado todo. No es lo primero  y casi único que te doy, como ocurre a menudo. Siga leyendo para más comentario al respecto.

Cinco, le doy mi querer. Esto es lo que mejor encontrado me parece. Lo que da el amado a su amado es el querer. Quiero lo que quiera el otro. Se dice fácil. Y es algo inmaterial, pero se reviste muchas veces (siempre) de cosas materiales. Prefiero tu plan, aunque a mí no me guste. Prefiero ir allí, aunque me quedaría. Prefiero escuchar eso, aunque lo odio. Prefiero lo que prefieras. Eso es la máxima libertad: elegir todo el rato lo que el otro quiera. El servilismo o la inercia son totalmente opuestos: la entrega al otro se realiza cada día, a cada momento. "Quien no avanza, retrocede", decía de nuevo San Agustín aplicándolo a otro campo, que tiene que ver con el amor, de todos modos. O sea que es aplicable. Totalmente.

Seis, vivir de placer. Expresión lograda. Imposible: no estamos, además, pensados para esto. El cuerpo pasa factura: cirrosis, jaquecas, depresiones, alcoholismo, y demás adicciones de difícil cura. En los diarios cada día. El problema es que placer y felicidad van juntos, aunque no se identifiquen exactamente.

Siete, amor de cantina. Sexo en la cantina, debería decir. Pero está bien dicho, porque la carne se suele vestir de seda en las cantinas. Aunque carne se queda. Bonito refrán. Y certero.

Ocho, "y lo doy para toda la vida", que es, como hemos dicho, la única manera de dar un querer humano a alguien humano. "Amigos para siempre", cantaban Los Manolos con gran acierto.

En resumen: los amores se rompen porque no somos perfectos. Pero el hombre -lo muestra bien este deseo innato de cada persona- está pensado y destinado a un amor sin traiciones, para siempre. Ni ojo vio, ni oído oyó...


La letra, por si alguien no se la sabe.

Cuando estuviste conmigo,
jamás te dije mentira,
queria tenerte en mis brazos.
pero por toda la vida.

Y tú querías aventura,
tomaste muy mal camino,
ibas buscando basura
en un terreno barrido.

Yo le doy mi querer al querer
y lo doy para toda la vida.
Si quisiera vivir de placer
me buscaba un amor de cantina.
Yo le doy mi querer al querer
y lo doy para toda la vida.

Cuando estuviste conmigo,
tenias un mal pensamiento.
Si yo lo hubiera sabido
no hubiera perdido el tiempo.

Tendrás el mundo en tus manos,
tendrás montones de pesos
si a otros los tienes llorando
conmigo tocaste hueso.

Yo le doy mi querer al querer
y lo doy para toda la vida.
Si quisiera vivir de placer
me buscaba un amor de cantina.
Yo le doy mi querer al querer
y lo doy para toda la vida.

Yo le doy mi querer al querer
y lo doy para toda la vida.
Si quisiera vivir de placer
me buscaba un amor de cantina.
Si quisiera vivir de placer
ay para toda la vida...

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