Aunque la foto no se ve muy bien, eso le da su qué. No sé de quién es la bici. Sólo que en los pedales se lee "amar", lo cual es una preciosa metáfora de la vida de los hombres. El amor como motor de nuestras vidas, como motivo para tirar para adelante. (Pincelada rápida: "motor" y "motivo" tienen la misma raíz, como "motivación").
Dime a quién amas y te diré quién eres, podríamos asegurar. Viktor Frankl, ese psiquiatra vienés que, como todos, discrepó de Freud lo sugería a su manera. Cuando estuvo encerrado en el campo de concetntración, intentaba ayudar a sus congéneres. Y les preguntaba a bocajarro: "Usted, ¿por qué no se suicida?". El último motor de todos era el mismo: el amor hacia un ser querido, fuera el que fuera. Y la falta de él, el causante del suicidio o del deseo de la muerte. Debería tenerse en cuenta esto a la hora de educar.
Se ha dicho de muchos modos. Aristóteles tampoco se quedó corto. En su Ética a Nicómaco sentencia, al tratar la amistad: "nadie querría vivir sin amigos". Acabemos con Red Bull que, a su gráfico modo, también nos lo dejó para la posteridad: "el amor te da alas".
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