¿Cacongelio?

Santo Tomás de Aquino. Ese hombre de cabeza más grande que su proverbial panza. Hoy se celebra su fiesta. Pondré una foto de un libro suyo para que, quien quiera, la lea. Es de su "Escritos de Catequesis". 
Pero el tema que yo quería tocar era otro, aunque tenga que ver. 
No sé si existe la palabra "cacongelio". Tal vez debería ser "cacangelio". Es un neologismo necesario, porque así tratan muchos hoy día al cristianismo. Y en ese muchos están los propios cristianos en más ocasiones de las deseables. 
Es simple, la cosa. "Evangelio", eu-angélos: buen mensaje, buena noticia. "Cacongelio", cacón-aggélos: mal mensaje, mala noticia.
Eso parece ser para algunos. Y para otros, conseguir que lo sea -venderlo así- es uno de sus más importantes propósitos vitales. Que se sepa que quienes viven esa moral de esclavos son infelices y reprimidos. Es una cantinela que suena y suena... Y no sólo desde Nietzsche. Esto mismo decía -en contra de otros- Antístenes de Atenas, algunos siglos antes de Cristo.
Contra todas esas críticas, la vida de mucha gentel, a pesar de los pesares.
"¡Qué buen hombre, lástima que sea cristiano!". Otra que leí hace nada. Se trata -agárrate- de un libro de Tertuliano, en que explica por qué no es un crimen ser cristiano. Y usa ese comentario. ¡Desde el S.III estamos así!

"Surco 58"Sois todos tan alegres que uno no se lo espera", oí comentar.

De lejos viene el empeño diabólico de los enemigos de Cristo, que no se cansan de murmurar que la gente entregada a Dios es de la "encapotada". Y, desgraciadamente, algunos de los que quieren ser "buenos" les hacen eco, con sus "virtudes tristes".

—Te damos gracias, Señor, porque has querido contar con nuestras vidas, dichosamente alegres, para borrar esa falsa caricatura.

—Te pido también que no lo olvidemos.



Lo entiendo perfectamente: el cristianismo es paradójico. No tiene pinta de que la lucha y el esfuerzo por estar pendientes de los demás le haga a uno feliz. Pero es exactamente así.
En resumen: ¿eres católico? Pues sonríe.

(Se trata, desde luego, de recuperar los hechos (con los mil errores propios de los hombres) y  las palabras. En otro post hablaresmos de esto, cuyo proceso parece complicado... y es taaaan sencillo, que lo hacemos cada día. Un día me animo y lo escribo: mañana.)

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