Coeducación (o no, según)


"Todos estamos de acuerdo con la coeducacion para niños muy pequeños; y no puedo creer que incluso con niños mayores pueda causar mucho daño. Pero esto es porque me parece que el colegio no es tan importante como la gente hoy piensa que es. Lo que es realmente importante es el hogar, y lo será siempre."

Con su 1,93m y 130 kg, ese monstruo: Chesterton.
Corto aquí la cita porque, aunque sabrosísima, es larga. Y prefiero que alguien se atreva a comprar el libro y leerlo. Está en "El amor o la fuerza del sino", que compila artículos memorables sobre el amor, la familia, la infancia, y similares. Una joya.

Y elijo este tema hoy porque el otro día lo estuve hablando con una persona a la que no conozco de nada. Me explico. Estábamos grabando una película con chavales, y una vecina de la pescadería donde grabamos me abordó, emocionada: "¡Qué bien!". Luego, añadió: "Lo malo es que no haya chicas. Eso ya no se lleva. Es antiguo. Co-educación, se le llama. Co-educación". Y fue repitiendo la palabrita, como si yo no la hubiero oído nunca o no supiera nada sobre el tema, cosa cierta, en parte.
Yo le dije que era otra opción educativa. Ella, ya mayorcilla, me comentó: "No, si yo estudié en un colegio de esos, hace muchos años". Y ahí entré yo con mis preguntitas puñeteras, pero las más básicas:
-Oiga, ¿y se considera usted rara? ¿Ha salido usted mal?
Se bloqueó un poquillo. Y reconoció que no, que bastante bien. 
-Pues eso, señora: lo importante es el resultado final, en todos los aspectos. Pero es que, además, es una opción educativa, que está tomando fuerza en USA. O sea que nada de pasada. 
Y todo esto, ¿por qué? Por las razones que da Chesterton: porque lo más importante, muchísimo más que la escuela es la familia que una ha tenido, y la educación que allí ha recibido. Sí, aquel "¿esto te enseñan tus padres?"

Para acabar, cito otra cosa, y me quedo tan pancho: 

"Los colegios públicos que diferencian por sexo en EEUU han pasado de una docena en 2002 a cerca de 500 en la actualidad, según la National Association for Single Sex Public Education. Carolina del Sur, por ejemplo, cuenta con más de 100 escuelas que dividen las aulas entre chicos y chicas.
Los defensores señalan que la diferenciada ofrece una educación más personalizada y, fundamentalmente, permite otra opción válida y legítima para que los padres puedan elegir la educación que quieren para sus hijos. “Aprenden el mismo plan de estudios, comparten los ratos de recreo y almuerzo pero se dividen en sus ambientes de aprendizaje”, explica Robin Gilbert, director de Middleton Heights Elementary, en un artículo publicado en el diario norteamericano Usa Today."

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