Creyente no practicante (la cuadratura del círculo, vamos)


¡Qué difícil es entrar corriendo y cargado de unas vigas de madera en una cristalería y no romper nada! Lo mismo ocurre con este tema: difícil no herir sensibilidades. Al menos, quede dicho que no es el fin que se busca, faltaría más. La conciencia es sagrada.


Resulta que ya hacía unos día que le daba vueltas a este asunto: creyentes sin Dios, sin práctica, cristianos ateos... No en el nombre, claro; sino en el modo de actuar. Los hay. Quizás un servidor de ustedes, en alguna ocasión más o menos inconsciente. Ya se sabe: uno tiene fe, pero actúa como si no la tuviera. Dios se pierde en los nombres. Y donde se dice Dios se dice Alguien personal con poder y amor infinito. Casi nada.

Pero me parece que la manera en que la gente dice "soy creyente pero no practicante" tiende a ser otra, algo diferente. Algo así, tal vez, como: "creo en Dios, pero no en los curas ni en misas". Bien, mal ejemplo habrán recibido, y habremos dado. Y es más que probable que se refieran -al decir creyente- a lo más genuino de lo que es ser creyente. Quizás parcialmente. Quizás.

Pues mira, hoy se leía esto en misa, del apóstol Santiago. Rezuma el olor a novedad, a cosa original, a frescura de lo no pisado todavía:


Lectura de la carta del apóstol Santiago
2, 14-24.26

Hermanos míos:

¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar?
Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice:
«Dios os ampare: abrigaos y llenaos el estómago», y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve?
Esto pasa con la fe: si no tiene obras, está muerta por dentro.
Alguno dirá:
–Tú tienes fe y yo tengo obras.
Enséñame tu fe sin obras y yo, por las obras, te probaré mi fe.
Tú crees que hay un solo Dios; muy bien, pero eso lo creen también los demonios y los hace temblar.
¿Quieres enterarte, tonto, de que la fe sin obras es inútil ?
¿No aceptó Dios a Abrahán nuestro padre por sus obras, por ofrecer a su hijo Isaac en el altar?
Ya ves que la fe actuaba en sus obras, y que por las obras la fe llegó a su madurez.
Así se cumplió lo que dice aquel pasaje de la Escritura:
«Abrahán creyó a Dios y se le contó en su haber».
Y en otro pasaje se le llama «amigo de Dios».
Veis que Dios acepta al hombre cuando tiene obras, no cuando tiene sólo fe.
Por lo tanto, lo mismo que un cuerpo que no respira es un cadáver, también la fe sin obras es un cadáver."

Tremenda y cariñosa bofetada a nuestras caras del siglo XXI. Lo mismo que Francisco, el Papa, está diciendo.
Bueno, para pensarlo un poco.
Lo que oí yo en casa de niño: "mucha misa, pero mira cómo (de mal) te portas". 
Gran idea.

Total, que resulta que el círculo cuadra: el creyente, a su modo, hace cosas. Si no, no lo es. Se trata de ir viendo qué falla, poco a poco.

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