Catolicismo y cuerpo

¿Qué importancia da el catolicismo al cuerpo?
Pregunta que nos hicimos un día (no literal, tal vez) en una conversación de sobremesa con uno de mis hermanos. Una sobremesa, sí.

Porque, decía él, está muy bien que el espíritu y las virtudes se cuiden, pero la religión debería ocuparse también del cuerpo. "Y lo hace", añadí. Al menos si uno no es maniqueo, o gnosticista. Estos consideran que el cuerpo es material y por tanto, malo. San Agustín les dio para el pelo. A él me remito.

Digamos que hay como dos maneras:
a. Cada uno se ocupa de que sus michelines y sus jaquecas no le afecten demasiado. 

b. Y luego está la parte religiosa del asunto: pedir a Dios que le cuide a uno. 
Mira lo que dice hoy una oración de la misa:


"Que este sacramento, Señor, purifique y renueve nuestro espíritu e infunda en nuestro cuerpo la fuerza necesaria para vivir y morir cristianamente"


Pero, bueno, el catolicismo, ¿no iba del alma y el espíritu? No sólo, porque le hombre no es sólo espiritual. 

Entrar al detalle exigiría más líneas de las que ahora mismo puedo escribir. 
Con lo sugerente de la frase me quedo.

(Y copio un resumen de Santo Tomás en que se ve qué valor tiene para él. Habla de los remedios contra la tristeza:

(Summ. Theol. I-II, qq. 35-38): el llanto, el sueño, la compasión de los amigos, el amor, la contemplación de la verdad, la diversión y ¡la decisión de no estar triste!  )

Comentarios